"Deberes y exámenes"


rporlan - Posted on 10 May 2010

Columna de Rafael Porlán, coordinador de la campaña de difusión del Manifiesto Pedagógico No es Verdad, publicada en la revista Cuadernos de Pedagogia nº 401. 

Tengo la mala costumbre de no callarme cuando participo en una conversación informal sobre la escuela. Suelo disentir abiertamente   de los lugares comunes que muchas personas utilizan en esos momentos. Pero cuando más desconcierto provocan mis palabras es cuando explico que soy contrario a los deberes y que en mis clases procuro no hacer exámenes. Ahí compruebo la enorme influencia de la tradición escolar: hay cuestiones que son como son, simplemente porque siempre han sido así. Pero analicemos detenidamente un caso concreto.

 

He contabilizado los exámenes de una niña de 10 años durante el primer trimestre. 5 de Mate, 5 de Lengua, 5 de Cono, 2 de Inglés, 2 de Música, 2 de Ed. Física, 1 de Plástica y 1 de Ed. para la Ciudadanía. 23 en total. He mirado el número de semanas de clases. Suprimiendo la primera y la última salen 12. Dos exámenes por semana. ¿Es posible mantener el gusto por aprender con esta presión constante por memorizar contenidos?

Siguiendo mis pesquisas he observado sus tardes de deberes durante una semana. Lunes, durante 3 horas y media hace con dificultad 11 ejercicios de Mate, Lengua y Cono, estudia el tema 10 de Mate para un examen próximo y memoriza, sin entender casi nada, una página de Inglés. Martes, dedica el mismo tiempo a 13 ejercicios, sigue memorizando el tema 10 de Mate y prepara un examen de recuperación para el día siguiente de dicha materia. Afirma con frecuencia que no entiende lo que estudia. Miércoles, protestando hace en 2 h. 13 ejercicios, sigue con el tema 10 de Mate y empieza los temas 10 de Lengua y Cono para exámenes inmediatos. Copia el resumen del tema de Lengua sin saber para qué lo hace. Jueves, agotada y enfadada permanece 3 h. haciendo 13 ejercicios, copiando un mapa y preparando los temas 10 de Mate, Lengua y Cono. Viernes, se examina de Cono y por la tarde se niega a trabajar. Domingo, se pasa 5 horas haciendo 19 ejercicios, repasando los temas 10 de Mate y Lengua para los exámenes de lunes y martes, empieza el tema 11 de Cono y lee una novela de 140 páginas que tiene para el fin de semana (sólo llega a la mitad). Se acuesta odiando la escuela.

 

Ha trabajado 17 horas fuera de la escuela. 3h. 25’ de media para cinco días. ¿No quedamos en que estaba prohibido el trabajo infantil?, ¿dónde y cuándo aprenderá esta niña todo lo que la escuela no puede darle?

 

Sobran más comentarios.

 

 

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