¿Por qué "falsimedia" insiste en la mentira de que Brega está controlada por los "rebeldes"?

El artículo de Red Voltaire "¿Quien controla el puerto de Brega?"  pone al descubierto la reiterada mentira de que dicho puerto está controlado por los "rebeldes", cuando en realidad son los libios los que controlan la práctica totalidad del Golfo de Sirte, incluido el puerto de Brega. De hecho, si los pocos "rebeldes" no estuviesen apoyados militarmente por la OTAN, ya estarían fuera, incluso, de Bengasi.

¿Por qué los medios atlantistas insisten en mantener esa mentira, que no nos engañemos, es lo que cree la inmensa mayoría de la gente?

Esta es la reflexión de Xosé Currás en el blog "Leonor en Libia":

"La OTAN va a reconocer la nación Cirenaica, en base a estas informaciones, que fijan los límites del nuevo estado, y ayudará con sus tropas a defenderla, entrando en Misurata y Al Brega para evitar que los "de Gaddafi" intenten "invadir" esa tierra liberada del "yugo" del "tirano". Y el mundo se callará, porque "saben" que los rebeldes controlan las dos ciudades, tal y como dicen todos los Media mundiales, menos dos o tres locos como nosotros que estamos empeñados en desmentirlos con fotos y vídeos... "falsos, a todas luces"

Con esos límites, todo el petróleo y todo el gas natural del subsuelo-submar del Golfo de Sirte quedará en el "territorio cirenaico. Está claro, ¿no?"

A la vista de esta imagen (WEO 2005):

La intuición de Xosé Currás no parece tan descabellada, y seguro que precisa de una invasión terrestre por parte de la OTAN, ya que los "rebeldes"  solo destacan por su crueldad, y entre lo pocos que son, lo incompetentes que se muestran y la oposición popular, son incapaces de llevar a término dicho plan.

Está por ver si la OTAN podrá llevarlo a cabo, dado el masivo apoyo popular que tiene el gobierno legítimo, y también está por ver, si se deciden a invadir Libia por tierra, que justificación es la que pretenderán hacernos creer. La imaginación de falsimedia no tiene límites, vease si no, el bulo de la viagra repartida a los soldados para que violasen a sus propias compatriotas, o los bombardeos de la aviación guebernamental a ciudades y manifestantes, que nunca existieron, pero cuya creencia generalizada permitió la agresión de la OTAN contra Libia.