Declaración frente a las agresiones y recortes que está sufriendo la escuela pública


José Luis - Posted on 17 November 2012


La RED IRES (Investigación y Renovación Escolar), como colectivo de docentes de todos los niveles educativos, frente a las agresiones y recortes que está sufriendo la escuela pública en el Estado español, manifiesta: 


1. Solidaridad

 

Solidaridad ante la estimulante imagen de la Comunidad Educativa unida en la defensa de la Escuela Pública frente al ataque del neoliberalismo más hambriento. En Madrid, en Castilla-La Mancha, en Galicia, en Navarra y en todo el Estado, los profesores y profesoras y toda la Comunidad Educativa están dejando claro que la Escuela Pública no se vende, se defiende.

 

La vorágine privatizadora que trasvasa dinero público a la escuela privada está demostrando, una vez más, que las políticas neoliberales, en esta fase del capitalismo, con un creciente peso de la economía financiera y una acelerada reducción de hasta los más mínimos espacios democráticos, no creen en la escuela pública universal, que es la que ofrece las mismas oportunidades a toda la población.

 

2. Acción

 

Porque la escuela no puede ser un instrumento más de este sistema que manipula mentes para convertirnos en máquinas de consumo y de egoísmo que alimenten a los voraces mercados. Porque tenemos claro que a los gobiernos que se someten al capital financiero no les interesa en absoluto la educación de nuestros niños y niñas; y lo demuestran cada día que restan recursos a este servicio público, derecho irrenunciable de todas las personas.

 

Es el momento de actuar como docentes innovadores/as y críticos/as, de reivindicar espacios para la creación de conocimiento compartido. Es el momento de práctica de la reflexión y de reflexión sobre la práctica. Y nuestra acción debe hacerse visible. Es importante extender la escuela: sacar la educación a la calle, meter la calle en la escuela. Ahora ya no basta con resistir, lamentarse o gritar ¡no! Hay que empezar a entender que el cambio depende de nosotros y nosotras. Es el momento del compromiso, de la acción orientada a alcanzar la escuela que queremos, la escuela que nos merecemos.

 

3. Necesidad de un cambio real.

 

¿Hacia qué mundo nos queremos dirigir? ¿Hacia un mundo en el que cada vez más personas vivan en la miseria, en la marginación y en la ignorancia, mientras el 1% de la población se beneficia de la pobreza del resto? ¿Hacia una sociedad hiperconsumista y acrítica donde nuestros jóvenes sean meros peones de un tablero financiero? O por el contrario, ¿seremos capaces de trabajar por un mundo en el que compartir, sembrar, cuidar, cooperar o educar no sean verbos condenados a la extinción?

 

Hoy más que nunca es urgente formar a las nuevas generaciones y darles herramientas para que sean capaces de enfrentarse a los enormes retos de un planeta que está sobreexplotado y lleno de desigualdades, de una sociedad enferma de consumo, de una herencia envenenada resultado de siglos de historia en los que hemos caminado por la senda equivocada. Hoy es inevitable plantearse un cambio de rumbo y, en la escuela, es posible.

 

La escuela debe ser espacio de libertad, donde cada persona sea respetada y tenida en cuenta. Un lugar para las relaciones horizontales, donde se aprenda a participar, a tener un pensamiento crítico, a aportar desde lo individual a lo colectivo, a asumir compromisos, a respetar otras ideas, a convivir democráticamente.

La escuela debe ser ese espacio en transición hacia un mundo nuevo, donde se planteen los interrogantes más urgentes de nuestra forma de vida; donde se investiguen soluciones a problemas socio-ambientales relevantes, para enfrentarnos a los retos de nuestra dependencia energética del petróleo y otros recursos que se agotan; donde aprendamos otra vez a relacionarnos con la tierra y sus cuidados; donde proyectemos nuevas formas solidarias de compartir, y reflexionemos sobre el cambio hacia un consumo responsable y respetuoso con el medio ambiente. La educación hoy no puede mirar para otro lado.

4. Hacia una escuela realmente viva

 

¿Qué estamos haciendo? ¿Qué teatro estamos representando? ¿Quién y qué se aprende en nuestras escuelas inmovilistas? ¿Quién está realmente enseñando? ¿Creemos que los y las estudiantes, que hoy dormitan en los pupitres en la clase de filosofía, no son capaces de interrogarse sobre la vida? ¿Pensamos, tal vez, que nuestros/as estudiantes no son capaces de diseñar proyectos tecnológicos, de llevar a cabo investigaciones sociológicas o de resolver problemas matemáticos del mundo real? Niños y niñas son científicos por naturaleza; lo demuestran su curiosidad, interés y cuestionamiento del mundo en el que viven.

 

Pretender segmentar el conocimiento del mundo real en asignaturas sin contexto ni referencia entre ellas, encajonándolo en el libro de texto único, es reduccionista y no permite construir en la escuela una comprensión holística del mundo. Ni muchos de los contenidos curriculares, ni muchas de las metodologías utilizadas sirven para dar respuesta al mundo de hoy, y mucho menos a la incertidumbre del mundo al que nos estamos asomando. Todavía bastantes escuelas están llenas de muros físicos y mentales. Faltan intercambios, ilusión, proyectos colectivos, libertad para elegir, espacios de reflexión, autocrítica, solidaridad, comprensión, diálogos, actividades internivelares e interdisciplinares,... Falta la voz de los y las estudiantes, su alegría, su imaginación.

 

No nos engañemos, la revolución más difícil no es la que se lidia hacia fuera, sino la que hay que acometer sin dilación hacia dentro. Este despertar de la conciencia es una oportunidad para plantar una semilla en el corazón del aula. No hay recetas; sólo tenemos que remangarnos y ponernos todos y todas juntos a “disoñar” la escuela que queremos, una escuela transformadora y comprometida con la vida para otro mundo posible.

 

 

 

El sostenido ataque a los servicios públicos necesita una respuesta contundente de toda la sociedad. Esta agresión a lo público nos toca a todas y a todos, y nos toca muy de cerca. Porque toda la sociedad es, en el caso de la educación, Comunidad Educativa. No nos podemos quedar indiferentes. Apelamos a los ciudadanos y ciudadanas para juntos ofrecer una respuesta desde la responsabilidad colectiva en apoyo de una Escuela que queremos de tod@s y para tod@s.

 

¡¡EDUCA-ACCIÓN REAL YA!!

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Una escuela con perspectiva ecosocial

La escuela que proponemos

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