Una de las pocas rendijas de "falsimedia" por la que se coló la verdad sobre la guerra colonial de Libia


Frenando - Posted on 27 September 2011

Jesús Quintero *El loco soy yo* programa de Canal Sur2 TV, entrevista a partir desde el minuto 21 y 50 segundos a Isabel Pisano, escritora, periodista, corresponsal de guerra, ex esposa del compositor Waldo de los Ríos y amiga intima de Yasser Arafat.

Habla sobre Libia y su lider Gadaffi.

Os sorprenderan las declaraciones de esta mujer.

¡¡Hasta donde hemos llegado en la manipulación de los medios de comunicación!!.

¡¡DIOS QUE HORROR!!l

Pubicado por Anónimo en el blog Leonor en libia.

Para la periodista uruguaya Isabel Pisano, lo ocurrido en Libia es una guerra nacida de la mentira mientras los rebeldes apoyados por la OTAN y EEUU asesinan a civiles

octubre 6, 2011

Isabel Pisano Mirada

6 Octubre 2011

Escuche a la periodista Isabel Pisano (Mp3)
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La situación que vive en estos momentos la última víctima del imperialismo, Libia, es una guerra nacida de la mentira, donde se distorsiona la realidad y se crean menti
ras mientras los rebeldes apoyados por la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) y Estados Unidos bombardean civiles indiscriminadamente, asesinan niños y violan mujeres en esa nación, así lo señaló la periodista uruguaya Isabel Pisano, durante su participación en el programa Mirada Internacional transmitido por Radio Nacional de Venezuela.

En su opinión Estados Unidos combate la crisis económica que está viviendo de la única manera que sabe, invadiendo a otros pueblos y despojándolos de sus recursos, con excusas como el combate del terrorismo, la defensa propia hasta la protección de los pueblos que invaden.

“Yo creo que estamos en un momento crucial, es el momento de la verdad, en el que debemos levantarnos ante la posibilidad de que el mundo llegue a su fin”, afirmó.

Es por ello que Pisano expresó admiración por la posición asumida por el Gobierno venezolano ante lo que está ocurriendo en esa región, no solo con Libia, sino con otras naciones como Siria y la cada vez más cercana agresión a Irán, e hizo votos por la recuperación del presidente Hugo Chávez, al tiempo que afirmó que gente como el mandatario “fuerte y convencida que lo que hace no se abate fácilmente”.

En sus declaraciones recordó como desde hace varios años se intenta satanizar la imagen del jefe de Estado venezolano a través de los medios de comunicación que sirven a los intereses capitalistas, tal como lo han hecho con jefes de otras naciones que no se doblegan a los gobiernos imperiales.

Los planes de Estados Unidos en la región árabe son claros y van de acuerdo a los intereses de Israel, afirmó Pisano al tiempo que advirtió que esta guerra infinita que pretenden llevar las potencias invasoras no la podrá resistir el planeta con un aire, una tierra y un mar cada vez más empobrecido.

Es por ello que envió un mensaje al pueblo venezolano y a los pueblos del mundo a levantarse contra los paquetazos económicos que pretenden imponer los gobiernos neoliberales en el planeta y hacer todo lo posible para que “esta historia, esta infamia no siga, para que dejen de morir inocentes, para que no nos den la mentira como comida diaria, para que no maten el ambiente y para que nuestros hijos y nietos puedan vivir en paz”.

La actriz y periodista Isabel Pisano nació en Montevideo, Uruguay, ha residido en varias partes del mundo. Fue corresponsal de guerra para la RAI (Italia) y El Mundo (España), cubrió los conflictos de Palestina, Líbano, Chad, Irak, Bosnia y Somalia. Ha sido la única periodista que estuvo presente en los bombardeos de Mosul y Basora en Irak en 1993. También ha realizado numerosos reportajes para Marie Claire, Oggi e Il Giornale.

Ha sido galardonada con la medalla del Ministerio de Cultura de España, y seleccionada “mejor periodista del año 2002″ por la Asociación de Revistas de Información (A.R.I.).

Exponente del periodismo de investigación, con el recopilado a lo largo de los años ha publicado numerosas obras. Como escritora destacan sus libros Trilogía de perversos, finalista del premio “La sonrisa vertical” en 1995, A solas con Arafat (1997) y Yo puta – Hablan las prostitutas- que se convirtió en un auténtico bestseller y que ha sido llevada al cine por Dolores Pictures. Estos tres títulos son la base de la gran popularidad de Isabel Pisano también como escritora. Publicó la biografía de su amigo Bigas Luna, Sombras de Bigas, luces de Luna.

En su carrera como actriz fue dirigida por cineastas argentinos, españoles (“Bilbao” de Bigas Luna) e italianos (por ejemplo, por Federico Fellini en “Casanova”).

Y es que falsimedia prefiere publicar mentiras increibles, como por ejemplo la historia  del viagra repartido a los soldados libios para que violen a sus compatriotas. ¿Cómo es posible que se puedan inventar esos bulos y encima que haya quien se los crea?

Lo que sigue no es un bulo como el del viagra, es un reportaje de una historia real, y desgraciadamente las denuncias de historias similares (y peores) atribuidas a los "rebeldes" de la OTAN son muy numerosas.

 

 Isabel Pisano (Desde Trípoli)

Además de las calumnias, la guerra deja una minoría silenciosa con heridas incurables, son las mujeres de las cuales los mercenarios a sueldo (rebeldes) ¿de Francia? han abusado sin piedad, sometiéndolas a las más aberrantes humillaciones. Se sospecha que sin Viagra. Ellas son víctimas de delitos por los que nadie pagará.

El Hospital Psiquiátrico de Trípoli está lleno de adolescentes muertas en vida de asco y vergüenza por la violencia padecida. El objetivo era derrocar a Muammar el Gadafi, se presume que las violaciones no estaban previstas por la OTAN y socios. O tal vez sí.

Gran cantidad de adolescentes de Al Zawia y Misrata han sufrido esa violencia. Ingresadas allí desde entonces, los facultativos intentan curar las heridas del cuerpo y del alma.

Wijdan Ishteawi es uno de los médicos empeñados en esa difícil tarea. Las jóvenes no darán su apellido, van veladas. Zawia es la menor de tres mujeres, ella y la hermana mediana están solteras, la mayor, casada, su padre ha muerto en la contienda. Sólo se verán sus ojos, y su voz llegará apagada a través de la tela del burka.

Zawia.- Tengo dieciocho años. Todo sucedió de improviso. No sabíamos que empezaba una guerra. Aquella era una mañana como tantas, cuando sobre las 11 y 30, los “perros” entraron en las aulas de la Universidad. Después de golpear al bedel y a los profesores empezaron a elegir a sus víctimas entre nosotras; ¡ay de mí! me cogieron y sacaron de la clase. Con ellos venían otras tres compañeras de aulas diferentes a la mía, estaban llorando y visiblemente asustadas. Nuestra situación era muy mala e ignorábamos que ese sería sólo el primer día de nuestro suplicio. Nos insultaron y amenazaron con sus armas. Luego nos trasladaron en un camión, no sabíamos adonde, hasta que se detuvieron en el Hotel Al- Jawhara, del que se habían apropiado. Y allí me violaron; el mismo día del secuestro.

P.- ¿Estabas sola en la habitación?

Zawia.- Primero me pusieron con otra compañera, al rato volvieron y nos separaron. A pesar de que con ella estábamos abrazadas; se la llevaron arrastrando ya que ella se aferraba a mí. Después, entraron uno tras otro en la habitación, durante todo el día y la noche hasta el amanecer. Me hicieron mucho daño, tanto que no podía caminar. La sangre me colaba entre las piernas y sentía un dolor atroz en el vientre. Y más fuerte aún en el pecho, era tan insoportable que no me dejaba respirar y sólo lo lograba dando cortos suspiros.

Sentía tanta, tanta vergüenza.

P.- Vergüenza debían sentir tus verdugos no tú.

(Ella sigue concentrada en sus recuerdos y hace una larga pausa).

Z.-Cada uno pasaba mucho tiempo conmigo. Tal vez una hora… Yo estaba muy mal, no hacían más que entrar y salir de la habitación. ¿Se lo imagina, sin ley y con todo el hotel a su antojo?

P.- ¿Serías capaz de identificar a los agresores?

Z.- Hay momentos en que pienso que sí, pero estaba en un estado de histeria tan grande que no lo sé. Eran todos de tez blanca. Tendrían más de veinte años. Había uno que tendría cuarenta años, con barba. Él fue el primero en violarme.

P.- ¿Eran libios?

Z.- Uno que entró el último, tenía acento egipcio. Los otros podían ser libios.

P.- ¿Cómo consumaron la violación?

Z.-. Por la fuerza. Yo no quería, intenté resistir, pero… (Solloza) No podía creer lo que me estaba pasando, perdí la noción del tiempo. No puedo describir lo que sentía, solo que prefería que me matasen para acabar con eso. Al escuchar pasos sabía que era otro que venía a hacer conmigo lo que quisiese y deseaba morir con toda la fuerza de mi ser.

P.- ¿Había intercambio de fuego mientras ellos te violaban?

Z.- Sí. Se oían disparos.

P.- ¿Cuántos días estuviste en aquella habitación del Hotel?

Z.- Tres, hasta que entró el ejercito libio a la ciudad de Al-Zawia. Sería la una o una y media del mediodía, cuando me liberaron. Luego trajeron a las tres chicas que habían vivido la misma historia con otro grupo de hombres.

P.- ¿Habéis hablado entre vosotras de lo que pasó?

Z.- Sí. Todas nos contamos lo que habíamos padecido menos Zahowa. Ella solo quería suicidarse saltando por la ventana. Le impedimos hacerlo. Pero no volvió a hablar después de eso. Tiene veinte años. Es una pena. (Hace una larga pausa)

Yo estaba comprometida y la fecha de la boda está ya muy cercana. Mi novio es de mi familia, es primo mío.

P.- ¿Sabe él lo que ha pasado?

Z.- No.

P. ¿Te sientes preparada para casarte, después de esto?

Z. -Mi novio y yo jugábamos desde pequeños. Nos prometimos a los cuatro años, ahora la idea de que un hombre se me acerque me da terror.

Zaiwa se queda en silencio, rumiando sus recuerdos.

El doctor Wijdan Ishteawi me explica el caso y el estado de la joven que entrevistaré:

“Reema tiene 17 años y es una de las tantas mujeres que intentamos sacar adelante. En su caso además de los daños morales, que quedarán para siempre impresos en su memoria, tiene un gravísimo problema físico. A raíz de los hechos padecidos le ha quedado una infección de estómago, que se manifiesta en vómitos continuos. No puede ingerir comida, la alimentamos con suero hasta encontrar la manera de parar la infección. Los antibióticos no han dado resultado. Pero si su imposibilidad de comer o el rechazo de los alimentos, persiste, su final es inevitable. Lo positivo ha sido que antes de empezar las curas Reema fue visitada por su familia de Misrata y eso ha sido muy bueno para ella.”

El burka negro la cubre en su totalidad, ninguna mujer musulmana contaría una historia como la vivida por Reema a cara descubierta. Su voz es la de alguien que se ha rendido a la adversidad, sin condiciones.

R_ Me dirigía a casa de mi tío por la calle Trípoli en Misrata, antes del comienzo de esta guerra. Fui seguida sin darme cuenta por una banda de criminales. Cuando lo noté entré en el edificio y cerré la puerta principal, algo que por norma no se hace ya que es un edificio de apartamentos. Entonces ellos trancaron la puerta por fuera y nadie podía salir. Los primeros días golpeaban las puertas y estábamos muy asustados y nos fuimos quedando sin comida. Nos repartimos lo que cada uno de nosotros tenía con los vecinos.

Pero luego se acabó, suplicamos, rogamos a los bandoleros comida y un día nos dieron alimentos a través de la ventana, pero solo un día. Un hombre estaba de guardia siempre para que no pudiésemos salir.

P.- ¿Cuántas personas había allí y cómo podíais continuar viviendo, sin salir y con energúmenos golpeando la puerta a toda hora?

R.- Usamos todo lo que teníamos para poder comer y después nos pusimos a esperar. En Misrata se conoce nuestro edificio y confiábamos en un rescate. Una noche los bandidos abrieron la puerta, entraron en casa y golpearon a mi tío de forma salvaje. Ellos no eran libios, uno de ellos dijo: “Los huevos sin cubrir están hirviendo en el agua”. Ese es un dicho que en Libia no tiene sentido. Era egipcio, lo noté por el acento. El otro no lo sé.

El médico interviene: -Por las vestiduras que Reema me describió, era de Afghanistán.

P.- Además de su tío, ¿cuántas personas había allí?

R.-Después de abandonarlo en el suelo casi muerto, revisaron cada zona del edificio, trajeron a un grupo de muchachas adolescentes y algunas niñas, de los diferentes apartamentos. Eran cinco y estaban armados hasta los dientes. Mis raptores eran dos.

P.- ¿La tomaron en su propia casa?

R.- No. Me llevaron al sótano de una casa vacía; estaba lleno de armas hasta el techo y de botellas de alcohol.

P.- ¿Tomaban sus raptores drogas y alcohol?

R.- Ellos tomaban todo tipo de cosas.

P.- ¿Cuándo pudo salir de allí?

El doctor interviene:- Estuvo allí una semana…

-Por favor doctor, déjela responder. Me interesa su testimonio directo- le rogué.

El doctor insistió: Está cansada y no puede ser sometida a este tipo de interrogatorio.

-Lo siento. Pero es necesario saber que humillaciones han sufrido estas muchachas. Wijdan responde

Reema no es la única en haber padecido este calvario. Aunque nadie conoce la verdad de los hechos tanto como ella.

P.-_Reema,¿sabe que pasó con las otras chicas?

R.- No volví a verlas, no estaban entre las que fuimos liberadas por las tropas libias. En el sótano estuve sola.

P. – ¿Podrías identificar a tus raptores? ¿Los dos son los mismos que te violaron?

El doctor interviene: – Déjeme explicarle lo que pasó, ella me ha contado que cuando atacaron después de haber abierto la puerta que ellos mismos habían atrancado, de haber invadido los apartamentos, secuestrado a las jóvenes y niñas, las violaron ahí mismo, se las dividieron y se las llevaron como botín de guerra.

Reema.- Sí. Fui raptada y violada por ambos. Cuando yo decía no, ellos me ponían de rodillas, tomaban sus fusiles, me apuntaban en la sien y amenazaban con matarme.

Estuve encerrada con ellos durante veinte días.

P.- ¿Qué pasó en ese tiempo y cómo lograste abandonar Misrata?

R- El ejército libio del Coronel Gadafi llegó y decía que dejásemos la ciudad: Iros, decía. Tenéis que salir.

Ellos ya habían recuperado Misrata.

(La ciudad volvió a caer más tarde por los bombardeos de la OTAN. N de R).

P. -¿Cuándo lograron liberar Misrata dónde estaban las otras jóvenes?

R.- No lo sé. No las volví a ver. El ejército me rescató y me sacó fuera de allí y sin darme cuenta me encontré en la ciudad de Zlitin. Después de eso, mi familia, que había venido a buscarme se reunió conmigo. La pesadilla había acabado. Aún no sabía que las secuelas me obligarían a estar en el hospital, durante más de tres meses y aún no sé ni cómo ni cuándo podré dejar la clínica.

P.- ¿Cómo la descubrieron en el sótano y pudieron rescatarla?

R. – El ejército libio me encontró.

P. – ¿Cuándo sucedió todo eso?

R.- A finales de abril. De las otras chicas no ha vuelto a saberse y yo no sé si han muerto o aún viven. Me remuerde la conciencia al pensar que si yo no hubiese cerrado la puerta, tal vez ellos no se habrían encarnizado tanto con nosotras

P.- Es posible que hubiese pasado lo mismo. En el curso de esos veinte días ¿Os insultaron, o pegaron?

R.- Siempre que decía no, me apuntaban con los fusiles y yo me dejaba hacer y hacía lo que ellos querían, temblando aterrorizada.

P. – ¿Ellos te compartieron con otros hombres?

R. – El muchacho egipcio recibía a muchos que venían a buscar fusiles, pero nadie me vio nunca porque ellos me escondían.

P. -¿Cómo te encontró y rescató el ejército libio?

Doctor.- Esta es la última pregunta y olvídese de la respuesta. Es necesario dejar al pueblo libio sin conocer la verdad. Se trata de proteger a las muchachas aún prisioneras.

R. Recordando y para sí misma, asombrada aún de una tal humillación: -“No me permitieron en todo ese tiempo llevar mis ropas. No pude cubrirme durante veinte días. Estuve sin vestidos, sin nada. Me obligaron a estar sin ropas, ellos me las arrancaron. Ninguna prenda, ni las más íntimas…” repite como en una letanía.

Doctor- El ejército la cubrió con una manta

P. -Cuándo el ejercito entró ¿arrestó a esos hombres o los ejecutó?

R.-Ellos se los llevaron.

P.- ¿Cuando la liberaron estaba completamente desnuda?

R.- Sí. Sólo recuerdo que cuando sentí la tela sobre mis hombros, en ese mismo instante me desvanecí de felicidad.

El doctor me acompaña hasta la puerta del Hospital:

“Reema es consciente de que ha sido infinitamente afortunada de ser violada sólo por dos rebeldes"

¿Qué es lo que tienes cuando un quiero-y-no-puedo imperialista se inventa una guerra para sacarse de encima los problemas de casa, hundiéndose en océanos que ni controla ni comprende, embrollándose en un conflicto interno entre tribus que se prolonga sin control?
La respuesta a ésta pregunta es el lugar en el que ahora se encuentra el británico David Cameron: Una pesadilla de 2.000 millones de libras esterlinas.

No hace muchos meses, teníamos a David Cameron y William Hague declarando que la cuestión libia no se trataba de echar a Gadafi y que lo único que se necesitaba era un inmediato alto el fuego de las fuerzas armadas libias. No hace muchos meses, David Cameron y William Hague declaraban que la guerra costaría unos 200 millones de libras esterlinas, que la OTAN no pondría sus botas en suelo libio y que no armaría a los "rebeldes".

Lo que no nos dijeron es que franceses y americanos habían planeado ésta pequeña aventura imperialista durante años, que las banderas rebeldes habían sido encargadas con antelación a una compañía británica,  y que el objetivo de la operación era eliminar al Coronel Gadafi, no porque supusiera alguna amenaza a sus "rebeldes" (después de todo, ¿qué hacer cuando decenas de miles de matones se pasean armados con metralletas, toman las calles, decapitan negros cantando eslóganes racistas, prometen limpiar Libia étnicamente, incendiando edificios gubernamentales, raptando y asesinando mujeres y niños y destruyendo propiedades públicas y privadas?).

Sabían que la decisión de "entrar" había sido tomada mucho antes de que los rebeldes ametrallaran sus propias posiciones para culpar al Coronel Gadafi, sabían que sus propios medios de comunicación habían difundido mentiras acerca de los bombardeos de las fuerzas aéreas libias, cuando la única que bombardea civiles es la OTAN.

Vimos la reacción británica - medidas draconianas - cuando unos pocos cientos de escolares aburridos se pusieron a correr frenéticamente en Agosto. Uno se pregunta si Cameron se habría simplemente rendido y huido del 10 de Downing Street si hubiesen ido armados o si alguien hubiese hecho a su juventud lo que el ha hecho a la de Libia.

Lo que no nos han dicho es que toda ésta charada trata de la eliminación del poder del Coronel Gadafi debido a sus proyectos humanitarios y de desarrollo en África y su plan de lanzar una moneda respaldada por el oro, el Dinar de Oro, que habrían sido demasiado costosos para los egoistas planes occidentales.

Lo que Cameron y Hague no les han dicho es que sus fuerzas van a gastar más de siete veces más del dinero de los contribuyentes británicos de los que originalmente admitieron, cerca de dos millardos, o dos mil millones o 2.000.000.000 de libras esterlinas ... ¿En qué?

Yo se lo voy a decir. Han bombardeado las reservas libias de agua (crimen de guerra) para "destruir el respaldo de la población", han bombardeado la red eléctrica (crimen de guerra), casas (crimen de guerra), suprimido estructuras civiles con equipos militares (crimen de guerra), asesinado niños (crimen de guerra, y ni siquiera se han disculpado). Han celebrado una conferencia en Paris para repartirse los activos libios (piratería financiera).

Lo que tampoco les han dicho es que las fuerzas armadas libias están intactas en su mayor parte. Lo que no les han dicho es que en zonas de Trípoli todavía ondea la bandera verde (símbolo de la Jamahiriya, el gobierno democrático al cual aconseja el Coronel Muammar el Gadafi), lo que no les dicen es que todavía hay marchas verdes en Benghazi, lo que no les dicen es que Mahmoud Jibril no se atreve a entrar en Trípoli. No les dicen de dónde proviene Jalil (el número 2), no les dicen cuál es el origen del CNT, no les dicen que las tribus han votado por Gadafi.

No les dicen que los guerreros del desierto, los Tuareg, quienes deciden quien cruza el desierto y quién no, se han puesto del lado de Muammar Gadafi contra el CNT, no les dicen que los lealistas libios inluyen los corazones y las mentes de la población libia, hallan o no tomado las armas contra los terroristas. El azote de las fuerzas especiales de la OTAN ha hecho que muchos se escondan de miedo en sus casas, pero esto no es apoyo, ni siquiera tácitamente.

No les dicen que la OTAN ya ha puesto los pies en suelo libio (quebrantamiento de la resolución de la ONU), que han armado a los rebeldes (quebrantamiento de la resolución de la ONU) y que han empleado mercenarios, cientos o miles de ellos (quebrantamiento de la resolución de la ONU).

No les han dicho que la OTAN y sus terroristas han sufrido derrota tras derrota in las últimas semanas, que son incapaces de entrar en Bani Walid, incapaces de entrar en Sirte y que la única táctica que permanece abierta es el bombardeo de las áreas de resistencia, incluyendo hogares, hospitales y escuelas para permitir que los terroristas penetren. ¿Es eso noble?

Es un crimen de guerra, un acto de terrorismo y David Cameron y William Hague, junto con su amigo francés Sarkozy y la casa blanca americana están usando su dinero (duramente ganado) para perpetrar esta infamia, que seguro costaran al Reino Unido miles de empleos conforme las medidas de represalia se propagen por toda África.

Disculpe Sr. Templeton, no tenemos dinero para el tratamiento de cáncer de su madre. Me temo que tendrá que morir.
Perdón Sr. Johnson, no hay más fondos para el tratamiento de leucemia de su hijo, ofrecemos cuidados paliativos, ¿sabe lo qué es?
Y para el nuevo ala de su hospital, su nueva escuela, su nueva clínica, una pedorreta en su cara mientras Cameron y Hague muestran su dedo corazón a su propia gente.

De momento, los británicos siguen aceptándolo todo con la cabeza gacha, como un rebaño de ovejas enfermas.

Timothy Bancroft-Hinchey
Traducción: Miguel Ángel Puente

Fuente original: http://english.pravda.ru/opinion/columnists/26-09-2011/119161-libya_came...

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